Siempre he creído en la bondad de las personas, en que siempre hay quien esta ahí para ti y que a pesar de todo sigue ahí. En verdad hay gente que escucha, pero la verdad muchas veces no quieren escuchar lo que pasa en la vida de otros. Siempre arrastro conmigo una sensación de que cuando alguien te pregunta que pasa contigo, en verdad no quiere saberlo. La gente siempre espera que respondas con un “Bien” o “muy bien”. Me he dado cuenta que cuando te abres emocionalmente con alguien o algunas personas…de alguna manera cambian la forma en que te tratan o cambia su forma de verte.

Dependiendo de tus problemas esas personas van a cambiar. El ser humano es muy complejo. Y me doy cuenta que es verdad cuando dicen que “es en las malas, que se conocen a los verdaderos amigos y a los que de verdad les importas”. Para los buenos momentos siempre hay con quien compartir.

A veces me sorprendo de las reacciones, eso hace que muchas veces se alejen las personas…En algunos momentos todos necesitamos de todos, o mejor necesitamos de alguien que nos oiga. Pero es difícil encontrar eso.

Si tan solo supiéramos lo importante que muchas veces nos ve una persona cercana o no tan cercana, lo importante que es para esa persona ser escuchada, ser consolada, lo importante que es la atención; si lo supiéramos si hay corazón, no reaccionáramos muchas veces de la forma en que lo hacemos. Claro a veces, puede ser inconsciente, pero muy poco.